
“Solo hay que mirar” es el viaje íntimo de una mujer que nació sintiendo demasiado, viendo demasiado y entendiendo cosas antes de tiempo, y que durante décadas tuvo que guardar esa verdad porque el mundo no estaba preparado para escucharla.
Es la historia de una niña que aprendió a sobrevivir leyendo silencios, cuidando a otros, interpretando energías, sosteniendo lo que no le tocaba sostener… y que aun así nunca perdió la capacidad de ver lo invisible.
A través de recuerdos, intuiciones, heridas y pequeños despertares, el libro muestra cómo el alma habla siempre, incluso cuando la vida duele, incluso cuando uno se apaga… y cómo llega un momento en que ya no puedes ignorarla.
No es un libro de teoría, ni espiritualidad, ni autoayuda.
Es un espejo. Una conversación. Un recordar.
Es la historia real de alguien que, en medio de la oscuridad, descubrió que siempre tuvo luz propia.
Y que mirar hacia dentro no es un acto de valentía:
es un acto de regreso a casa.